3. Origen/Desarrollo

A pesar de ser conocida esta pandemia como la “gripe española”, se acepta actualmente que comenzó en un campamento del ejército estadounidense en Funston (Kansas) el 4 de marzo de 1918. El movimiento continuó de tropas permitió su rápida difusión desde el Medio Oeste a la costa Este y, con el envío de soldados en apoyo de los aliados, se extendió rápidamente a Europa, donde aparecieron los primeros casos de gripe el 1 de abril en las ciudades francesas de Brest y Burdeos. 

A partir de ahí se difundió a los diferentes países a  velocidad muy superior a la de las pandemias de cólera del siglo XIX, favorecido por el corto período de incubación de la gripe y su transmisión respiratoria. Siguiendo las principales rutas de transporte humano y de mercancías rápidamente alcanzó una extensión superior a la lograda por la Peste Negra, siendo pocos los lugares no afectados como la Isla de Santa Helena.

Con diferencias según los lugares, la pandemia de gripe de 1918-1919 produjo tres brotes epidémicos: el primero, en la primavera de 1918; el segundo, en el otoño de ese mismo año, y el tercero, en los primeros meses de 1919. Aunque varió su gravedad en los distintos lugares, generalmente fue más severo el segundo.

A nuestro país llegó desde Francia por el movimiento de personas y mercancías. El desarrollo explosivo del primer brote de la epidemia de gripe en Madrid en mayo, provocando un importante número de casos coincidiendo con las fiestas de San Isidro (mediados del mes) marcó el inicio de la pandemia en España, y  la comunicación de esta epidemia por el Director General de Sanidad a Londres motivó que desde ese momento la pandemia de gripe de 1918 se denominara “gripe española”.

Desde Madrid y siguiendo las principales vías de comunicación, la epidemia de gripe se extendió por las distintas partes de nuestro país.